Los problemas del invierno:

Los problemas del invierno:

piel irritada por el frío y la calefacción

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Tardes tomando chocolate caliente con amigos, reuniones familiares en casa de los abuelos, fines de semana esquiando en la nieve… ¿Quién dice que en invierno no hay planes? Todo lo contrario. Eso sí, el frío y los cambios de temperatura nos acompañan en cada uno de ellos. Así que, por muy amante del invierno que seas, hay algo que no se te puede pasar por alto: cuidar tu piel.

Cuando empezamos a sustituir el calor del sol por el calor de la calefacción y las bajas temperaturas inundan las calles, nuestra piel empieza a sufrir. Nuestra circulación sanguínea se redistribuye por la variación de la temperatura y, como consecuencia, la piel se deshidrata con mayor facilidad. Estas condiciones pueden ocasionar la aparición de eczemas, sequedad, tirantez o rojeces en la piel. Es más, hay una serie de indicios que te harán saber que el frío está dañando tu piel.

Para evitar que el invierno se convierta en un infierno para tu piel, debes tomar una serie de precauciones. Pero no solo para cuando estés en el exterior, sino también dentro de casa.

Cómo cuidar tu piel en invierno

Vigila con la calefacción alta

Parece inofensiva, pero no lo es. La calefacción puede ser una gran enemiga para tu piel. Los cambios de temperatura que tu cuerpo sufre al pasar del exterior al interior de un espacio, y más aún, cuando dentro se superan los 23 grados, puede ser perjudicial. Demasiada calefacción puede acabar lentamente con la humedad de tu piel y hacer que se seque.

Para evitar que suceda esto, debes hidratarte a menudo y no pasarte con la calefacción. También se recomienda usar un humidificador para devolver la humedad al aire.

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Reduce los baños de agua caliente

Aunque para ti un buen baño de agua caliente pueda ser todo un placer, no lo es para tu piel. Sumergir el cuerpo en agua con una temperatura alta de forma habitual y por más de 15 minutos, puede hacer que tu piel se reseque con facilidad.

Evítalo y cuídate duchándote con agua templada, no alargando mucho el tiempo de baño y, en caso de tener la piel seca a causa del frío, alivia el picor ocasionado por la sequedad con Talquistina Loción tras el baño.

Además, en lo relativo a tu higiene diaria, debes:

  • Limpiar la piel sin exagerar.

  • Evitar productos de higiene agresivos.

  • No lavar las manos repetidamente.

  • Hidratar bien el cuerpo y el rostro.

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Cuídate desde dentro y desde fuera

Puede parecer obvio, pero no está de más recordar la importancia de abrigarse bien y usar guantes para evitar que tus manos se agrieten, además de llevar siempre encima un bálsamo de labios a base de vaselina. Las manos y los labios son unas de las principales partes del cuerpo que se ven más afectadas por el frío.

Por otra parte, vigilar la alimentación hará que tu sistema inmunitario esté más sano y fuerte. Te recomendamos que aumentes el consumo de vitamina C y otros ingredientes con propiedades antioxidantes. Tampoco te olvides de beber mucha agua, entre 1,5 – 2 litros al día.

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Protégete del sol

No solo el frío y el viento nos acechan en la calle, sino también el sol. Sí, el sol también pica en invierno. Así que, nunca te olvides del protector solar. ¡Sobre todo si vas a esquiar!

De hecho, cuando vamos a la nieve, debemos proteger más que nunca nuestra piel. Por su color blanco, la nieve es una de las superficies que más radiación refleja, hasta un 80% de los rayos de sol que inciden en ella. Y, por consiguiente, tu piel puede irritarse mucho más. Si llega a sucederte esto recuerda que Talquistina LOCIÓN actúa como efecto calmante de las molestias ocasionas por el sol.

Entonces, ¿vas a prestar atención a tu piel este invierno? ¡Cuídate!

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